Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha - [40]
–Así es, Sancho amigo ―dijo el duque―, pues yo, en nombre del señor don Quijote, os mando el gobierno de una que tengo.
Sancho, agradecido, le besó los pies al duque, y el eclesiástico se levantó enfadado y dijo:
–Voy a pensar que vuestra excelencia es tan bobo como estos pecadores. ¡Cómo no van a ser ellos locos, si los cuerdos aprueban sus locuras! Quédese vuestra excelencia con ellos, porque mientras estén en esta casa yo me quedaré en la mía.
Y sin decir más ni comer más, se marchó. El duque, no pudiendo contener la risa, dijo:
–Vuestra merced, señor Caballero de los Leones, ha respondido con tanta dignidad que no ha de preocuparse por esto, que aunque parece agravio no lo es, porque así como no agravian las mujeres, tampoco ofenden los eclesiásticos.
Acabada la cena, llegaron cuatro doncellas con agua y jabón y, en vez de lavarle las manos a don Quijote, le enjabonaron la barba y todo el rostro, quedando don Quijote con la más extraña figura que se pudiera imaginar. Lo miraban todos sin poder contener la risa, aunque los duques no sabían si enfadarse o reírse. Para que no viera la burla, lavaron también la barba del duque con la misma ceremonia que a don Quijote.
Finalmente quedaron solos los duques y don Quijote hablando de distintas cosas, todas sobre el ejercicio de las armas y de la andante caballería. Acababa de decir don Quijote que daría buenos consejos a Sancho para gobernar la ínsula, cuando oyeron muchas voces y vieron a Sancho entrar corriendo, seguido de muchos mozos que pretendían lavar al escudero.
–¿Qué es esto? ―dijo la duquesa―. ¿Qué queréis hacer a este buen hombre? ¿No veis que ha sido elegido gobernador?
–No quiere dejarse lavar ―respondió uno― como es costumbre e igual que se lavó al duque y su señor amo.
–Sí quiero ―dijo Sancho―, pero querría que fuera con toallas más limpias y con manos menos sucias, que mis barbas están limpias y no tengo necesidad de estas ceremonias que más parecen burlas.
La duquesa se moría de risa viendo la cólera de Sancho y dijo:
–Sancho Panza tiene razón en todo cuanto ha dicho; dejen al escudero y váyanse.
Terminó así la charla y don Quijote se retiró a dormir la siesta.
Capítulo XIII
Los azotes de Sancho
Organizaron los duques una gran cacería, con la intención de continuar burlándose de don Quijote y Sancho. Pasaron el día cazando y, al llegar la noche, se oyó en todo el bosque un gran ruido de trompetas y tambores como si viniera un ejército de caballería.
Apareció entonces un mozo a caballo vestido de diablo, que dijo:
–Yo soy el Diablo; vengo a buscar a don Quijote de la Mancha. La gente que aquí viene son encantadores que traen a la sin par Dulcinea del Toboso, acompañada de un viejo sabio, el cual viene a decirle a don Quijote cómo ha de ser desencantada la tal señora.
–Si fuerais diablo, ya habríais conocido al tal don Quijote, pues lo tenéis delante.
–Por Dios que no me había fijado ―dijo el Diablo.
–Sin duda ―dijo Sancho― que este diablo debe de ser hombre de bien y buen cristiano, porque si no lo fuera, no hablaría de Dios. Hasta en el infierno debe de haber buena gente.
Se oyó luego un espantoso ruido, cada vez más cerca, de disparos, tambores, ruedas de carros; era tal el ruido en la oscuridad de la noche que todos se asustaron y Sancho se refugió en las faldas de la duquesa. De pronto aparecieron varios carros tirados por bueyes y en cada uno venía un sabio encantador.
Empezó a sonar entonces una suave música y llegó un carro tirado por cuatro mulas, acompañado de mucha gente con antorchas encendidas. En él venía sentada una doncella vestida con velos blancos y a su lado había una figura con la cabeza cubierta con un velo negro. Cesó la música y la figura de negro se quitó el velo y dijo:
–Yo soy Merlín, y hasta mí llegó la voz dolida de la bella Dulcinea del Toboso y me enteré de que estaba encantada. Estuve buscando en mis libros el remedio a su dolor y aquí lo traigo. ¡Oh, valiente don Quijote, estrella de la Mancha!, para que Dulcinea salga del encantamiento es necesario que Sancho, tu escudero, se dé tres mil trescientos azotes.
–¡Por Dios que no me los daré! ―dijo Sancho―. Ni tres mil azotes ni tres me daré. Si el señor Merlín no conoce otro modo para desencantar a la señora Dulcinea, encantada se irá a la sepultura.
–Yo os los daré atado a un árbol ―dijo don Quijote―, y no tres mil trescientos, sino seis mil seiscientos os daré.
–No puede ser así ―dijo Merlín―, porque los azotes que ha de recibir Sancho han de ser por su voluntad, y no por la fuerza.
–¿Y por qué he de ser yo y no mi amo? ―se quejó Sancho.
La hermosa doncella del carro se quitó el velo de la cara y dio mil razones a Sancho para que aceptara, sobre todo por el bien de su amo. Pero él volvió a decir que no se daría los azotes.
–Amigo Sancho ―dijo el duque―, si no cedéis, no tendréis el gobierno de la ínsula. No puedo mandar a gobernar a un hombre de corazón tan duro que no cede a los ruegos de las doncellas y de los sabios. Decidid, Sancho, o sois azotado o no seréis gobernador.
Классический роман М. Сервантеса о рыцаре печального образа и его подвигах и похождениях.Адаптированный перевод Энгельгардта.Художники: Гюстав Доре, Тони Жоанно.
В книге рассказывается история главного героя, который сталкивается с различными проблемами и препятствиями на протяжении всего своего путешествия. По пути он встречает множество второстепенных персонажей, которые играют важные роли в истории. Благодаря опыту главного героя книга исследует такие темы, как любовь, потеря, надежда и стойкость. По мере того, как главный герой преодолевает свои трудности, он усваивает ценные уроки жизни и растет как личность.
Роман классика испанской литературы Мигеля де Сервантеса «Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский» — одно из самых гениальных произведений эпохи Возрождения — рассказывает о приключениях бедного дворянина Алонсо Кихано, который вообразил себя рыцарем Дон Кихотом и вместе с верным оруженосцем Санчо Пансой отправился в поход против зла и несправедливости на земле.
В этой книге впервые представлен во всем своем многообразии жанр новеллы периода его рождения и расцвета в испанской литературе. Кроме широко известных у нас произведений Сервантеса, Лопе де Веги и Тирсо де Молины, читатель может познакомиться с творчеством многих испанских писателей XVI–XVII вв.: X. Тимонеды, Г. Сеспедеса-и-Менесеса, X. Переса де Монтальвана, М. Сайяс-и-Сотомайор и других…
В книге рассказывается история главного героя, который сталкивается с различными проблемами и препятствиями на протяжении всего своего путешествия. По пути он встречает множество второстепенных персонажей, которые играют важные роли в истории. Благодаря опыту главного героя книга исследует такие темы, как любовь, потеря, надежда и стойкость. По мере того, как главный герой преодолевает свои трудности, он усваивает ценные уроки жизни и растет как личность.
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