Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha - [46]
–¿Para qué, señor don Juan, si el que ha leído la primera parte no puede disfrutar leyendo esta segunda?
–Con todo ―dijo don Juan― será bueno leerla, pues no hay libro tan malo que no tenga alguna cosa buena. Lo que a mí menos me gusta es que presenta a don Quijote desenamorado[200] de Dulcinea del Toboso.
Al oír esto don Quijote, alzó la voz y dijo:
–A quienquiera que diga que don Quijote de la Mancha ha olvidado a Dulcinea del Toboso le haré entender con las armas que no es verdad; porque la sin par Dulcinea no puede ser olvidada, ni en don Quijote puede caber olvido.
–¿Quién es el que nos responde? ―preguntaron del otro cuarto.
–¿Quién ha de ser ―dijo Sancho― sino el mismo don Quijote de la Mancha?
Apenas oyeron el nombre, aparecieron en la puerta dos caballeros y uno de ellos abrazó a don Quijote y le dijo:
–Sin duda, vos sois el verdadero don Quijote de la Mancha, estrella de la andante caballería, a quien el autor de este libro ha querido menospreciar.
Don Quijote cogió entonces el libro y después de hojearlo, dijo:
–De lo poco que he visto he hallado tres cosas que no apruebo: la primera es algo que he leído en el prólogo; la segunda, que por el lenguaje es de alguien de Aragón; y la tercera, que llama Mari Gutiérrez a la mujer de mi escudero, que se llama Teresa Panza.
Sancho dijo entonces:
–¡Vaya historiador es ese!
–Pues a vos ―dijo don Jerónimo― no os trata ese autor novato[201] con la limpieza que se ve en vuestra persona. Os describe como un hombre comilón y simple, y nada gracioso, muy distinto del Sancho de la primera parte.
–Créanme vuestras mercedes ―dijo Sancho― que el Sancho y el don Quijote de esa historia son otros, distintos de los que describe Cide Hamete Benengeli: mi amo, valiente, discreto y enamorado; y yo, un simple gracioso, y no comilón ni borracho.
–Yo así lo creo ―dijo don Juan―; nadie se debería atrever a tratar las cosas del gran don Quijote, a no ser su primer autor: Cide Hamete.
–Que me retrate el que quiera ―dijo don Quijote―, pero que no me maltrate, porque la paciencia se acaba cuando te ofenden.
Así pasaron gran parte de la noche y, finalmente, le preguntaron por el destino de su viaje. Respondió don Quijote que iba a Zaragoza, para asistir a los torneos que se celebran en esa ciudad todos los años. Don Juan le dijo que según el relato de Avellaneda don Quijote participaba allí en el juego de la sortija[202] y que a la historia le faltaban imaginación y buenos caballeros.
–Por esta razón, no pondré los pies en Zaragoza ―dijo don Quijote―; así haré ver la mentira de ese historiador moderno, y verán que yo no soy el don Quijote que él dice.
–Hará muy bien ―dijo don Jerónimo―. Hay otros torneos en Barcelona, donde podrá el señor don Quijote mostrar su valor.
–Así lo pienso hacer ―dijo don Quijote―; ahora pido permiso a vuestras mercedes para irme a descansar.
Con esto se despidieron, y don Juan y don Jerónimo se retiraron a su cuarto, creyendo que esos eran los verdaderos don Quijote y Sancho, y no los que describía el autor aragonés.
Capítulo XIX
La aventura de los bandoleros
Tomaron el camino más derecho para ir a Barcelona sin pasar por Zaragoza. Después de un buen rato pararon a descansar y Sancho se quedó dormido junto a unos árboles. Pero don Quijote no podía dormir, invadido por los recuerdos de la cueva de Montesinos y del encantamiento de Dulcinea, que Sancho debía remediar con los prometidos azotes. Con estos pensamientos se acercó a Sancho, para quitarle el cinturón, bajarle los pantalones y azotarlo. Pero Sancho se despertó y dijo:
–¿Qué es esto? ¿Quién me toca y me quita el cinturón?
–Soy yo ―respondió don Quijote―, que vengo a azotarte para que Dulcinea pueda ser desencantada. Así que voy a darte por lo menos dos mil azotes.
–Eso no ―dijo Sancho―; estese quieto, porque los azotes han de ser por mi propia voluntad y ahora no tengo ganas de azotarme.
Lucharon los dos y Sancho derribó a don Quijote y le puso la rodilla sobre el pecho para que no se pudiera mover. Don Quijote le dijo:
–¿Cómo, traidor? ¿Contra tu amo y señor te rebelas?
–Yo sólo me ayudo a mí mismo, yo soy mi propio señor ―respondió Sancho―. Prométame que se estará quieto y no tratará de azotarme, y yo lo dejaré libre.
Don Quijote se lo prometió y juró no tocarle ni un pelo de la ropa[204]. Sancho entonces se levantó, se alejó y se arrimó a otro árbol. Pero de repente sintió que le tocaban la cabeza y al levantar la mano tocó un pie y una pierna de persona. Tembló de miedo, se fue a otro árbol y le sucedió lo mismo. Así que pidió ayuda a don Quijote diciendo a gritos que todos aquellos árboles estaban llenos de piernas y pies humanos.
–No debes tener miedo ―dijo don Quijote―, porque sin duda son de algunos bandoleros que están ahorcados en estos árboles, como suele hacer la justicia.
Y así era en realidad.
Estaban después preparando sus cabalgaduras cuando aparecieron más de cuarenta bandoleros vivos, que los rodearon y les dijeron en lengua catalana que se estuvieran quietos hasta que llegara su capitán.
Los bandoleros se pusieron a registrar las alforjas con la intención de llevarse todo lo que encontraran; pero en ese momento apareció el capitán, que, al ver a don Quijote armado y pensativo, con la más triste y melancólica figura que pudiera formar la misma tristeza, le dijo:
Классический роман М. Сервантеса о рыцаре печального образа и его подвигах и похождениях.Адаптированный перевод Энгельгардта.Художники: Гюстав Доре, Тони Жоанно.
В книге рассказывается история главного героя, который сталкивается с различными проблемами и препятствиями на протяжении всего своего путешествия. По пути он встречает множество второстепенных персонажей, которые играют важные роли в истории. Благодаря опыту главного героя книга исследует такие темы, как любовь, потеря, надежда и стойкость. По мере того, как главный герой преодолевает свои трудности, он усваивает ценные уроки жизни и растет как личность.
Роман классика испанской литературы Мигеля де Сервантеса «Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский» — одно из самых гениальных произведений эпохи Возрождения — рассказывает о приключениях бедного дворянина Алонсо Кихано, который вообразил себя рыцарем Дон Кихотом и вместе с верным оруженосцем Санчо Пансой отправился в поход против зла и несправедливости на земле.
В этой книге впервые представлен во всем своем многообразии жанр новеллы периода его рождения и расцвета в испанской литературе. Кроме широко известных у нас произведений Сервантеса, Лопе де Веги и Тирсо де Молины, читатель может познакомиться с творчеством многих испанских писателей XVI–XVII вв.: X. Тимонеды, Г. Сеспедеса-и-Менесеса, X. Переса де Монтальвана, М. Сайяс-и-Сотомайор и других…
В книге рассказывается история главного героя, который сталкивается с различными проблемами и препятствиями на протяжении всего своего путешествия. По пути он встречает множество второстепенных персонажей, которые играют важные роли в истории. Благодаря опыту главного героя книга исследует такие темы, как любовь, потеря, надежда и стойкость. По мере того, как главный герой преодолевает свои трудности, он усваивает ценные уроки жизни и растет как личность.
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