Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha - [33]
–Yo lo dudo ―respondió don Quijote―, y espero que haya ocasión de demostrárselo durante el camino.
Al oír esto, el del Verde Gabán pensó que don Quijote debía de ser algo bobo. Don Quijote después le pidió que contara su vida.
–Yo, señor, soy un hidalgo bastante rico. Mi nombre es don Diego de Miranda y vivo con mi mujer e hijos. Me gusta leer libros, ir de caza y de pesca y comer con los amigos. No me gusta hablar mal de nadie ni meterme en vidas ajenas. Oigo misa cada día, reparto mis bienes con los pobres y confío en la misericordia de Dios. Mi preocupación ahora es un hijo que tengo de dieciocho años, y no porque él sea malo, sino porque no es tan bueno como yo quisiera. Ha estudiado lenguas en Salamanca, pero cuando quise que empezara a estudiar leyes, se negó por preferir la poesía.
–Los hijos, señor ―respondió don Quijote―, se han de querer, por malos o buenos que sean. Los padres deben encaminarlos desde pequeños por los pasos de la virtud y las buenas costumbres. La poesía, a mi parecer, es tan hermosa como una doncella y todas las demás ciencias han de servir para embellecerla. Por eso, el que hace bellas poesías será famoso y estimado en todo el mundo. Mi consejo, pues, señor hidalgo, es que deje caminar a su hijo por donde su estrella le guía, pues no todo el mundo nace poeta.
Admirado quedó el del Verde Gabán del razonamiento de don Quijote, tanto que dejó de pensar que era un bobo.
Capítulo VIII
La aventura de los leones
Caminaban don Quijote, Sancho y el Caballero del Verde Gabán, cuando don Quijote dijo a Sancho:
–Dame, amigo, la espada, porque o yo sé poco de aventuras o lo que allí descubro es alguna que me ha de necesitar, y tendré que coger las armas.
El del Verde Gabán miró a uno y otro lado y sólo vio un carro que venía hacia ellos con dos o tres banderas pequeñas, por lo que supuso que traía cosas del rey. Así se lo dijo a don Quijote, pero él no lo creyó, pensando que todo lo que le sucedía tenían que ser aventuras.
–No se pierde nada con que yo esté preparado; que sé por experiencia que tengo enemigos visibles e invisibles, y no sé ni cuándo ni cómo, ni en qué figura me han de atacar. Así que aquí estoy con ánimo de luchar con el mismo Satanás en persona.
Llegó entonces el carro de las banderas y don Quijote se puso delante y dijo:
–¿Adónde vais, hermanos? ¿Qué carro es este, qué lleváis en él y qué son esas banderas?
–El carro es mío ―respondió el carretero―; lo que va en él son dos bravos leones enjaulados, que el general de Orán manda a la Corte; las banderas son del rey, en señal de que aquí van cosas suyas.
–¿Son grandes los leones? ―preguntó don Quijote.
–Tan grandes ―respondió el hombre que iba dentro― que no los he visto mayores. Yo soy el leonero y como estos no conozco otros. Son hembra y macho, cada uno en una jaula; ahora van hambrientos, así que apártese que es necesario llegar pronto para darles de comer.
Entonces dijo don Quijote:
–¿Leoncitos a mí? ¿A mí leoncitos y a estas horas? Pues ¡por Dios que habéis de ver si soy hombre que se espanta de leones! Bajad del carro, buen hombre, y abrid las jaulas y echad fuera esas fieras, para que sepan quién es don Quijote de la Mancha.
Sancho se dirigió al del Verde Gabán y le dijo:
–Señor, por lo que más queráis, haga que el señor don Quijote no luche con esos leones o aquí nos han de hacer pedazos.
–¿Tan loco es vuestro amo ―respondió el del Verde Gabán― que teméis que se enfrente a estos leones?
–No es loco ―dijo Sancho―, sino atrevido.
–Señor don Quijote ―dijo el del Verde Gabán―, los caballeros andantes deben hacer frente a las aventuras de las que es posible salir bien y no a las que son imposibles; y esta tiene más de imprudencia que de valentía. Además, esos leones no desean atacar a vuestra merced.
–Váyase, señor hidalgo, a cazar ―respondió don Quijote―, y deje a cada uno hacer su oficio. Este es el mío y sé si vienen a mí o no esos señores leones.
Y volviéndose al leonero le dijo:
–¡Si no abrís las jaulas, os atravesaré con esta lanza!
El carretero le dijo:
–Señor mío, déjeme retirar las mulas y ponerme a salvo con ellas, porque si las mata, me arruinaré para toda la vida.
–¡Hombre de poca fe! ―respondió don Quijote―. Apéate y haz lo que quieras, que pronto verás que no era necesario apartar las mulas.
–Sed todos testigos ―dijo el leonero― de que abro las puertas contra mi voluntad y de que protesto y digo que todo el mal que hagan esos leones vaya por cuenta de este señor. Pónganse a salvo vuestras mercedes, que a mí no me han de hacer daño.
Sancho, con lágrimas en los ojos, suplicó a don Quijote diciendo:
–Mire, señor, que aquí no hay encantamiento ni cosa parecida, porque yo he visto por entre las rejas de la jaula que son leones tan grandes como montañas.
–El miedo te lo hace ver así ―respondió don Quijote―. Retírate y déjame; si muero aquí, ya sabes nuestro antiguo acuerdo: acudirás a Dulcinea, y no te digo más.
Ni Sancho ni el del Verde Gabán consiguieron convencerle y ambos se apartaron lo más posible por miedo a los leones. Don Quijote decidió pelear a pie por temor a que Rocinante se espantara de las fieras. Cogió el escudo, sacó la espada y se puso delante del carro, pidiendo ayuda a Dios y a su señora Dulcinea.
Классический роман М. Сервантеса о рыцаре печального образа и его подвигах и похождениях.Адаптированный перевод Энгельгардта.Художники: Гюстав Доре, Тони Жоанно.
В книге рассказывается история главного героя, который сталкивается с различными проблемами и препятствиями на протяжении всего своего путешествия. По пути он встречает множество второстепенных персонажей, которые играют важные роли в истории. Благодаря опыту главного героя книга исследует такие темы, как любовь, потеря, надежда и стойкость. По мере того, как главный герой преодолевает свои трудности, он усваивает ценные уроки жизни и растет как личность.
Роман классика испанской литературы Мигеля де Сервантеса «Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский» — одно из самых гениальных произведений эпохи Возрождения — рассказывает о приключениях бедного дворянина Алонсо Кихано, который вообразил себя рыцарем Дон Кихотом и вместе с верным оруженосцем Санчо Пансой отправился в поход против зла и несправедливости на земле.
В этой книге впервые представлен во всем своем многообразии жанр новеллы периода его рождения и расцвета в испанской литературе. Кроме широко известных у нас произведений Сервантеса, Лопе де Веги и Тирсо де Молины, читатель может познакомиться с творчеством многих испанских писателей XVI–XVII вв.: X. Тимонеды, Г. Сеспедеса-и-Менесеса, X. Переса де Монтальвана, М. Сайяс-и-Сотомайор и других…
В книге рассказывается история главного героя, который сталкивается с различными проблемами и препятствиями на протяжении всего своего путешествия. По пути он встречает множество второстепенных персонажей, которые играют важные роли в истории. Благодаря опыту главного героя книга исследует такие темы, как любовь, потеря, надежда и стойкость. По мере того, как главный герой преодолевает свои трудности, он усваивает ценные уроки жизни и растет как личность.
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