Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha - [19]
–Pues no hace falta más ―dijo el cura―; sin duda, la buena suerte está de nuestra parte.
Dorotea se vistió con toda elegancia y a todos les agradaron su gracia y su hermosura. Pero el que más se admiró fue Sancho Panza, pues en lodos los días de su vida jamás había visto tan hermosa criatura; así que preguntó al cura quién era aquella señora.
–Esta hermosa señora ―respondió el cura― es la heredera del gran reino de Micomicón. Ella viene en busca de vuestro amo a pedirle un favor: deshacer un agravio cometido por un mal gigante.
Dorotea subió sobre la mula del cura y Sancho los guió a donde estaba don Quijote.
Media legua habían andado cuando descubrieron a don Quijote entre unas rocas. Nada más llegar a él, Dorotea se puso de rodillas diciendo:
–De aquí no me levantaré, valeroso y esforzado caballero, hasta que vuestra bondad no me conceda un favor, que dará fama a vuestra persona y será en beneficio de la más desconsolada y agraviada doncella. Y si el valor de vuestro brazo corresponde a vuestra inmortal fama, estáis obligado a ayudar a la que viene de tan lejanas tierras.
–Yo os lo concedo ―dijo don Quijote― si no va contra mi rey, o mi patria, o contra aquella que tiene la llave de mi corazón.
–No será en perjuicio de nadie ―contestó la doncella.
Sancho se acercó a don Quijote y le dijo:
–Bien puede vuestra merced concederle el favor que os pide: sólo se trata de matar a un gigante, y quien lo pide es la princesa Micomicona.
–Sea quien sea ―respondió don Quijote―, yo haré lo que debo hacer como caballero andante.
Y volviéndose a la doncella, dijo:
–Levántese vuestra hermosura, que yo os concedo el favor que me pedís.
–Os pido ―dijo la doncella― que se venga conmigo y me prometa no entrar en otra aventura hasta vengarse de un traidor que me ha quitado mi reino.
–Os lo concedo, señora ―respondió don Quijote―; así que ya podéis dejar la pena que os duele; que, con la ayuda de Dios y la de mi brazo, os veréis pronto en vuestro reino. Vámonos ya, que dicen que en la tardanza suele estar el peligro.
Mientras tanto, el cura, que estaba oculto entre unos matorrales, salió al camino y se puso a mirar muy despacio a don Quijote, disimulando que lo iba reconociendo. Luego se fue hacia él diciendo a grandes voces:
–¡Qué alegría ver de nuevo al famoso don Quijote de la Mancha, el mejor caballero andante!
Don Quijote, sorprendido de lo que oía, miró con atención a aquel hombre y, al fin, lo conoció y se asustó de verlo allí. Para tranquilizarle, el cura fingió que él iba de camino a Sevilla con su escudero, que era en realidad el barbero, pero que unos desconocidos les habían robado una de las mulas y por eso se encontraba él a pie en el camino.
Subió entonces el cura en la mula del barbero, don Quijote en su caballo y Dorotea en la otra mula y, antes de ponerse en marcha, don Quijote dijo a la dama:
–Que sea vuestra grandeza, señora mía, la que guíe por donde desee.
Antes de que ella respondiera, dijo el cura:
–¿Hacia qué reino quiere guiarnos? ¿Es, por ventura, hacia el de Micomicón?
–Sí, señor; hacia ese reino es mi camino ―dijo ella para continuar el engaño.
–Si así es ―dijo el cura―, por mi pueblo hemos de pasar, y de allí irá vuestra merced hacia Cartagena[112], donde se podrá embarcar con buena ventura.
Capítulo XXII
Don Quijote quiere saber la respuesta de Dulcinea a su carta
Mientras caminaban, Dorotea contó a don Quijote la imaginada historia de su reino y las desgracias que le trajo el famoso gigante. Relató también cómo su padre le había descrito al caballero que debía remediar sus males. Dijo que había de ser un caballero alto de cuerpo, delgado de cara, y que en el hombro derecho había de tener un lunar[113] oscuro.
Al oír esto, dijo don Quijote a su escudero:
–Ven aquí, Sancho, ayúdame a desnudarme, que quiero ver si soy el caballero que aquel sabio rey indicó.
–Pues ¿para qué quiere vuestra merced desnudarse? ―preguntó Dorotea.
–Para ver si tengo ese lunar que vuestro padre dijo ―respondió don Quijote.
–No hay para qué desnudarse ―dijo Sancho―, que yo sé que tiene vuestra merced un lunar de esas características en la mitad de la espalda, que es señal de ser hombre fuerte.
–Eso basta ―dijo Dorotea―; porque con los amigos no importa que el lunar esté en el hombro o en la espalda, que todo es el mismo cuerpo.
Después de caminar un buen rato en silencio, dijo don Quijote a Sancho:
–Desde que llegaste no he tenido tiempo de preguntarte acerca de la carta que llevaste y de la respuesta que has traído.
–Pregunte vuestra merced lo que quiera ―dijo Sancho―, que a todo daré respuesta.
–Dime entonces, Panza amigo, ¿dónde, cómo y cuándo hallaste a Dulcinea? ¿Qué hacía? ¿Qué le dijiste? ¿Qué te respondió? ¿Qué cara puso cuando leyó mi carta? ¿Quién te la escribió en papel?
–Señor ―respondió Sancho―, si he de decir la verdad, la carta no me la escribió nadie, porque no llevé ninguna carta. Pero la tenía en la memoria de cuando vuestra merced me la leyó.
–¿Y la tienes todavía en la memoria, Sancho? ―preguntó don Quijote.
–No, señor ―respondió Sancho―, como ya se la recité a un sacristán, que la trasladó al papel… Aunque recuerdo aquello de «soberana señora», y lo último: «Vuestro hasta la muerte, el
Классический роман М. Сервантеса о рыцаре печального образа и его подвигах и похождениях.Адаптированный перевод Энгельгардта.Художники: Гюстав Доре, Тони Жоанно.
В книге рассказывается история главного героя, который сталкивается с различными проблемами и препятствиями на протяжении всего своего путешествия. По пути он встречает множество второстепенных персонажей, которые играют важные роли в истории. Благодаря опыту главного героя книга исследует такие темы, как любовь, потеря, надежда и стойкость. По мере того, как главный герой преодолевает свои трудности, он усваивает ценные уроки жизни и растет как личность.
Роман классика испанской литературы Мигеля де Сервантеса «Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский» — одно из самых гениальных произведений эпохи Возрождения — рассказывает о приключениях бедного дворянина Алонсо Кихано, который вообразил себя рыцарем Дон Кихотом и вместе с верным оруженосцем Санчо Пансой отправился в поход против зла и несправедливости на земле.
В этой книге впервые представлен во всем своем многообразии жанр новеллы периода его рождения и расцвета в испанской литературе. Кроме широко известных у нас произведений Сервантеса, Лопе де Веги и Тирсо де Молины, читатель может познакомиться с творчеством многих испанских писателей XVI–XVII вв.: X. Тимонеды, Г. Сеспедеса-и-Менесеса, X. Переса де Монтальвана, М. Сайяс-и-Сотомайор и других…
В книге рассказывается история главного героя, который сталкивается с различными проблемами и препятствиями на протяжении всего своего путешествия. По пути он встречает множество второстепенных персонажей, которые играют важные роли в истории. Благодаря опыту главного героя книга исследует такие темы, как любовь, потеря, надежда и стойкость. По мере того, как главный герой преодолевает свои трудности, он усваивает ценные уроки жизни и растет как личность.
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